En el vasto repertorio de técnicas meditativas, Tratak se destaca como una práctica poderosa y singular que se enfoca en la concentración visual. Originaria de las antiguas tradiciones yóguicas, esta meditación implica fijar la mirada en un punto u objeto, comúnmente la llama de una vela, para calmar la mente y desarrollar la concentración.

Gururaj Ananda Yogi, con su enfoque pragmático e integrador, incorporó el Tratak como una herramienta esencial dentro de su Método POU (Path of Unfoldment o Sendero del Despliegue), reconociendo su capacidad para disciplinar la mente y potenciar la conciencia.

Este artículo explorará la meditación Tratak desde la perspectiva de las enseñanzas de Gururaj Ananda Yogi. Analizaremos su propósito, los beneficios que ofrece y cómo se integra en el sistema POU para complementar otras prácticas meditativas. Profundizaremos en la técnica básica del Tratak y proporcionaremos orientación sobre cómo abordarla para maximizar sus efectos en el desarrollo de la concentración, la intuición y el equilibrio mental.

Tratak (o trataka) es una de las seis técnicas de purificación (Shatkarmas) en el Hatha Yoga, aunque su aplicación va mucho más allá de la mera purificación física. Se define como la «fijación de la mirada concentrada» en un solo punto u objeto [1]. El objetivo principal de Tratak es entrenar la mente para enfocar eficientemente, minimizando la dispersión de energía mental y desarrollando así el poder de la concentración [2]. 

Gururaj Ananda Yogi enfatizó la importancia del Tratak como una práctica que ayuda a «reunir la mente dispersa» [3]. En un mundo lleno de distracciones, la mente tiende a saltar de un pensamiento a otro, lo que dificulta la concentración y la claridad. El Tratak ofrece un método directo para contrarrestar esta tendencia, anclando la atención en un único punto y, con el tiempo, calmando el incesante parloteo mental.

Existen dos tipos principales de Tratak:

  • Bahiranga Tratak (Tratak Externo): Implica fijar la mirada en un objeto externo. El objeto más común y recomendado es la llama de una vela, pero también puede ser un punto negro en una pared, una imagen, un símbolo o incluso el cielo estrellado. El objetivo es mantener la mirada fija sin parpadear durante el mayor tiempo posible.
  • Antaranga Tratak (Tratak Interno): Una vez que se ha dominado el Bahiranga Tratak, se puede pasar al Antaranga Tratak, que implica visualizar el objeto de concentración en la mente, con los ojos cerrados. Esta forma avanzada requiere una gran capacidad de visualización y concentración.

Gururaj Ananda Yogi destacó varios propósitos y beneficios clave de la práctica del Tratak, que van más allá de la simple mejora de la vista o la concentración:

  • Mejora de la Concentración: Este es el beneficio más obvio y directo. Al obligar a la mente a permanecer en un solo punto, el Tratak fortalece la capacidad de atención sostenida, lo que se traduce en una mayor concentración en todas las áreas de la vida [1, 2].
  • Aumento de la Conciencia y la Intuición: Gururaj afirmó que el Tratak «aumenta nuestros poderes de conciencia e intuición» [1]. Al calmar la mente y enfocar la energía, se abre un espacio para que la sabiduría interna y la percepción intuitiva emerjan.
  • Equilibrio y Estabilización: El Tratak ayuda a equilibrar y estabilizar la mente. Gururaj explicó que mientras la meditación con mantra abre al practicante a estados más sutiles de conciencia, el Tratak «equilibra y estabiliza» esa apertura, proporcionando una base sólida [4]. Esta complementariedad es crucial en el Método POU, donde las diferentes
    técnicas trabajan en sinergia.
  • Purificación Ocular: A nivel físico, el Tratak fortalece los músculos oculares y mejora la visión. La fijación de la mirada sin parpadear estimula las glándulas lagrimales, limpiando y lubricando los ojos.
  • Calma Mental y Reducción del Estrés: Al reducir la actividad mental errática, el Tratak induce un estado de calma y relajación, lo que contribuye a la reducción del estrés y la
    ansiedad.
  • Desarrollo de la Fuerza de Voluntad: La disciplina requerida para mantener la mirada fija y la mente concentrada fortalece la fuerza de voluntad y la determinación.

El Método POU de Gururaj Ananda Yogi es un sistema integral y personalizado de meditación y despliegue espiritual. Gururaj no creía en un enfoque único para todos, sino que proporcionaba «técnicas individualizadas» a sus estudiantes [5]. Dentro de este marco, el Tratak se considera una práctica fundamental que prepara la mente para meditaciones más avanzadas.

La complementariedad del Tratak con otras prácticas es un aspecto importante. Por ejemplo, se menciona que el Tratak «ayuda a reunir la mente dispersa y a desarrollar los poderes de concentración» [3], lo que lo convierte en un excelente precursor para la meditación con mantra, que es una de las prácticas más fundamentales en el POU [3]. Al desarrollar una mente más concentrada a través del Tratak, el practicante puede experimentar una meditación con mantra más profunda y efectiva.

El objetivo general del Método POU es ayudar a las personas a «realizar su potencial espiritual dentro de su vida activa diaria» [6]. El Tratak, al mejorar la concentración y la claridad mental, contribuye directamente a este objetivo, permitiendo que el individuo aborde sus tareas diarias con mayor enfoque y presencia.

La práctica más común y efectiva del Tratak es con la llama de una vela. Aquí se presenta una guía básica:

  • Entorno: Elige un lugar tranquilo y oscuro donde no haya corrientes de aire que puedan hacer parpadear la llama. La oscuridad ayuda a que la llama sea el único punto de enfoque.
  • Vela: Coloca una vela encendida a la altura de tus ojos, a una distancia de aproximadamente un brazo (60-90 cm). Asegúrate de que la llama esté a la altura de tus ojos cuando estés sentado cómodamente.
  • Postura: Siéntate en una postura de meditación cómoda (loto, medio loto, o en una silla con la espalda recta y los pies en el suelo). Mantén la columna vertebral erguida pero relajada. Las manos pueden descansar en el regazo o las rodillas.
  • Fijación de la Mirada: Abre los ojos y fija tu mirada en el centro de la llama de la vela, específicamente en la punta del pabilo o en la parte más brillante de la llama. Intenta no parpadear. Mantén la mirada suave pero constante. No tenses los ojos ni la frente.
  • Observación: Observa la llama sin analizarla, sin pensar en ella. Simplemente sé consciente de su forma, su color, su movimiento. Si la mente divaga, suavemente redirige tu atención de nuevo a la llama.
  • Lágrimas: Es natural que los ojos comiencen a lagrimear después de un tiempo. Permite que las lágrimas fluyan; esto es parte del proceso de purificación. No fuerces la no-parpadeo hasta el punto de dolor.
  • Cierre: Cuando tus ojos se sientan cansados o comiencen a lagrimear profusamente, cierra los ojos suavemente. Mantén la imagen residual  de la llama en tu mente, en el espacio entre las cejas (ajna chakra). Concéntrate en esta imagen el mayor tiempo posible. Cuando la imagen desaparezca, puedes abrir los ojos y repetir el proceso si lo deseas.
  • Comienza con 1-2 minutos de fijación de la mirada y aumenta gradualmente el tiempo a medida que te sientas más cómodo, hasta 5-10 minutos. La práctica total, incluyendo la concentración en la imagen residual, puede durar más.
  • La consistencia es más importante que la duración. Practica Tratak regularmente, preferiblemente a la misma hora cada día.
  • Paciencia y No Juicio: No te frustres si al principio te resulta difícil mantener la mirada o la mente concentrada. La mente divagará; simplemente regresa suavemente al objeto de concentración.
  • Higiene Ocular: Después de la práctica, puedes lavarte la cara con agua fría o salpicar agua fría en los ojos para refrescarlos.
  • Variaciones: Una vez que te sientas cómodo con la llama de la vela, puedes experimentar con otros objetos, como un punto negro en una pared o una imagen sagrada.

La meditación Tratak, tal como se enseña en el Método POU de Gururaj Ananda Yogi, es una práctica invaluable para el desarrollo de la concentración, la claridad mental y la intuición. 

Al disciplinar la mirada y la mente en un solo punto, el Tratak no solo purifica los ojos, sino que también calma el sistema nervioso y abre la puerta a estados más profundos de conciencia. Es una técnica complementaria que prepara al practicante para un despliegue espiritual más profundo, permitiéndole experimentar un mayor equilibrio y una conexión más íntima con su ser interior. Al integrar el Tratak en la rutina diaria, se puede cultivar una mente más enfocada y una vida más consciente y productiva.



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